viernes, 6 de septiembre de 2013

Abominación - Sueño de María (Puerto Rico)

Ultimamente estoy leyendo varios mensajes proféticos sobre canibalismo y es un dato que invita a la preocupaciòn, de que tales actos de barbarie se puedan producir de forma masiva en un futuro no muy lejano. Les dejo el sueño de María:

El Jueves que estuve orando de 3:00 a 4:20 AM, lo hice porque había estado muy impaciente en el día y me urgía a irme y humillarme ante Dios. Oré por mí, mi familia, la iglesia, los niños y solo pude en una llorar y llorar y no paraba, no entendía, le dije Dios: ‘¿qué es esto que siento?’ y me fui a dormir.


Sueño

Estoy en un campo donde habían varias casas una arriba y más abajo otras casas, allí habían personas y niños. Cada uno estaba arreglando sus casas y haciendo cosas. 

Las personas se veían como campesinos, sus ropas desgastadas, con falta de aseo personal y yo conversaba con un hombre, este no era ni joven ni viejo, sé que era fuerte porque se veía en sus brazos y llevaba una camisilla y le pregunté ‘¿cómo estaba todo?’ y él me dijo: ‘estamos viviendo, que es lo importante’. 

Entonces llega hasta nosotros otro hombre vestido igual este, y lo llamó y se puso hablar con él, pero yo no podía escuchar su conversación y el hombre que llegó le señaló hacia él sobre ‘llevar el ganado’, pero no llevaba ganado sino a niños pequeños de 3 a 12 años, pero no eran normales estaban deformes, a algunos le faltaban piernas o brazos o sus cabezas estaban desfiguradas, en algunos parecía como parte de su cuerpo salieran plantas. 


Entonces veo que el hombre mete su mano al bolsillo y le paga al otro hombre y le trae un niño de 5 años que estaba deforme, se lo monta en su camión y el hombre con quien yo hablaba se llevó al niño a una casita que parecía un matadero de animales, entonces yo seguí caminando por ese lugar y el hombre con quien yo hablaba me dijo: ‘No se vaya, quédese para cenar. Estás invitada’ y yo le dije: ‘está bien, me quedaré y cenaré’.


La mesa estaba preparada para cenar, yo me siento junto a varias personas para comer. Y veo que en el centro de la mesa hay un pedazo de carne con un corte que jamás yo había visto, era raro y yo lo miraba porque lo encontraba raro, es como algo así que trato de describir en la foto. Luego comienza el hombre a picar la carne y ésta salía en rodajas. Yo observé su color y era muy rosadita y yo encontraba que esta carne era distinta. No podía dejar de mirar esa carne, en ella había algo que yo no entendía. 

Cuando yo voy a comer del plato que me sirvieron oigo una voz que dice: ‘¡no comas, es abominación delante de mí!¡ Abominación es delante de mi!” decía la voz. 

Y en ese instante me muestra que la carne era humana, era del niño que habían comprado. Me mostró cómo lo mataron, le pusieron un paño en su boca para que no se escuchara sus gritos, lo cortaban en partes y lo cocinaron. 

Eran solo niños los que se vendían, las niñas no porque eran reproductoras. 

Yo me levanté de la mesa y salí corriendo y decía: ‘¡no Señor, no puede ser esto real, no puede ser que esto suceda, cómo es posible, a donde hemos llegado!’. 

Sentía que mi corazón se quebrantaba y sabía que el de Dios también estaba lleno de dolor. Y seguía caminando angustiada y le decía: ‘¡Señor, cómo es posible, siento mucho dolor en mi cuerpo!’ y comencé a decir por mi boca estas palabras a las personas por donde yo pasaba: ‘¡¡ay ay ay, duele, cómo duele, ay ay ay, esto me duele y llega a mi presencia. ¡¡Abominables es ante mis ojos!!, ¡¿hacedores de maldad, hasta cuando, hasta cuando!?’.

Me desperté sintiéndome tan mal, les cuento esto, mi corazón se duele y lloro.

Hermanos sé que esto está sucediendo, mi espíritu se estremece cuando llegan las imágenes de lo que vi y viví, vienen acompañados de quejidos de dolor.

Dios guarde a los niños, por esta causa doblé mis rodillas y clamé al Padre para que guarde a los niños.

María Collazo

Puerto Rico