miércoles, 8 de enero de 2014

¿Estados Unidos ya no es una nación cristiana? La secta estadonidense The Satanic Temple presenta su proyecto de monumento al diablo con la intención de ubicarlo al lado del edificio del Capitolio de Oklahoma

Después del asesinato de un hombre a manos de tres jóvenes porque según ellos no tenían nada divertido que hacer, el ex-candidato a la presidencia por el Partido Republicano Pat Buchanan comentó que EE.UU. ya no era un país cristiano: "Hemos echado a Dios y al temor de Dios de nuestros hogares. Ahí está la raíz."... "Creo que lo que tenemos aquí es el producto de la revolución moral, cultural, social, que derrocó todas las normas por la cual generaciones anteriores vivieron. Estos chicos no dan valor a la vida. Por qué lo harían si asesinamos a nuestros no nacidos, nos drogamos en público, quebramos el matrimonio entre hombre y mujer…", concluyó amargamente el político republicano.

El hecho de que la secta estadonidense The Satanic Temple presente su proyecto de monumento al diablo con la intención de ubicarlo al lado del edificio del Capitolio de Oklahoma, puede ser interpretado como el preludio de la llegada de un periodo sombrío para los Estados Unidos de América, se habla de una posible instauración de la ley marcial, de la llegada del Nuevo Orden Mundial o El Reino del Anticristo y una persecución contra sus opositores. La declaración de intenciones del actual presidente de los Estados Unidos son una apuesta clara de dejar atrás los valores judeo-cristianos y apuntar en otra dirección.

Los seguidores del sendero de la mano izquierda, que casi siempre han celebrado sus rituales con extremada discreción, consideran que ha llegado el momento de hacerse visibles, y que mejor manera de hacerlo, que erigiendo un monumento, que represente su manera de sentir y ver el mundo.

La iglesia americana de satanás presentó un proyecto de monumento al diablo que sus seguidores planean instalar al lado del edificio del Capitolio en Oklahoma, donde se encuentra el gobierno del estado.


La escultura de más de dos metros de altura debería, según sus autores, sustituir un monumento dedicado a los diez mandamientos.

Satanás es representado como Baphomet, criatura con cabeza de macho cabrío, cuerpo de mujer, pezuñas y alas. Baphomet está posicionado en un trono y rodeado de niños sonrientes.

“El monumento será también funcional: personas de todas las edades pueden sentarse en el regazo de Satanás y darse a la reflexión o inspirarse”, aseguran los autores del proyecto.